Cuando somos niños, solemos tener el deseo de ser adultos. Nuestra mayor ilusión es que una vez en la adultez, tendremos la oportunidad de tener todo lo que deseamos, una casa enorme con una gran piscina, un auto increíble, un negocio establece produciendo miles y miles de dólares, una linda familia e inclusive una mascota (o quizás dos… o tres). Creemos que son cosas que vienen en el paquete o que están debajo de nuestro brazo; pero les contaré un secreto, siendo niños pensamos que al ser adultos podremos hacer todo lo que queramos, sin preguntarle a nadie si podemos hacerlo.
Les contaré algo más: el haber perdido esa creencia «infantil» es lo mismo que no nos lleva a conseguirlo.
Aún siendo adultos maduros y autosuficientes, nos seguimos preguntando: ¿puedo hacer esto? ¿qué opinas si hago X cosa? ¿tú crees que sea capaz de lograrlo? Nos olvidamos del hecho de que eso que tanto soñamos siendo niños, lo tenemos en nuestras manos, pero el ruido exterior es tan fuerte, que todavía no nos hemos dado cuenta de que ya tenemos el poder, de que tenemos el control de nuestra vida, de nuestras decisiones y acciones; y que solamente necesitamos decir MANOS A LA OBRA para empezar a construir la vida que soñamos.
Despierta tu niño interior, dile que ya llegó la hora, que ya puede hacer todo, con esa misma ilusión infantil, para lograr lo que algún día soñó. Nunca es tarde. Levántate y sigue golpeando.
"Tienes que golpear y golpear hasta que no puedas golpear más. Hazlo ahora. ¡AHORA!" - Rocky Balboa 🥊
Eleonor Rosario 